¿Es posible perder grasa y ganar músculo al mismo tiempo? Pues para saber más sobre este hecho, ese proceso se llama recomposición corporal. Si has oído hablar de la idea de transformar tu cuerpo sin centrarte exclusivamente en perder peso o ganar masa, estás ante un enfoque que prioriza la calidad de tu composición corporal.
Este método no solo mejora tu estética, sino que también optimiza tu salud metabólica y rendimiento físico.
A continuación, descubrirás cómo recomponer tu cuerpo de forma efectiva, qué factores intervienen y por qué no necesitas vivir a dieta ni pasar horas en el gimnasio.
¿Qué es una recomposición corporal?
La recomposición corporal es un proceso en el que se busca disminuir el porcentaje de grasa corporal al mismo tiempo que se incrementa o mantiene la masa muscular. A diferencia de las fases clásicas de “volumen” y “definición”, este enfoque tiene un objetivo más equilibrado y sostenible.
El resultado no siempre se refleja en la báscula, ya que el peso total puede mantenerse estable. Sin embargo, los cambios en la masa muscular y grasa generan transformaciones visibles en tu cuerpo: más tono muscular, menos grasa localizada y un físico más saludable.
¿Cuáles son las claves de la recomposición?
1. Nutrición adecuada
Una buena recomposición corporal comienza con una alimentación inteligente. El objetivo no es solo comer menos calorías, sino comer mejor:
- Consumir suficientes proteínas (entre 1.6 y 2.2 g por kg de peso corporal).
- Mantener un ligero déficit calórico (o incluso calorías de mantenimiento en algunos casos).
- Controlar la calidad de los carbohidratos y grasas.
- Distribuir las comidas de forma estratégica para optimizar el rendimiento y la recuperación.
2. Entrenamiento con fuerza como base
Para recomponer el cuerpo, el entrenamiento de fuerza es indispensable. No basta con hacer cardio; necesitas generar estímulos para ganar músculo:
- Prioriza ejercicios compuestos como sentadillas, press banca, peso muerto o dominadas.
- Entrena al menos 3-4 días por semana con sobrecarga progresiva.
- Combina fuerza con algo de HIIT o cardio moderado si tu objetivo incluye perder grasa.
3. Descanso y recuperación
Dormir entre 7 y 9 horas por noche y permitir una correcta recuperación muscular es fundamental. Sin descanso no hay recomposición, ya que es durante el sueño donde se regeneran tejidos y se producen adaptaciones positivas.
4. Paciencia y consistencia
La recomposición corporal no es un proceso rápido, pero es altamente eficaz si se realiza con constancia. No esperes cambios drásticos en una semana, sino progresos sostenibles a lo largo del tiempo (meses).

Errores comunes al intentar recomponer el cuerpo
Aunque la recomposición corporal puede parecer sencilla en teoría, hay varios errores que pueden sabotear el proceso. Aquí te detallo los más frecuentes:
1. Bajar demasiado las calorías
Una restricción calórica extrema puede hacerte perder músculo en lugar de grasa. El cuerpo entra en modo ahorro, ralentiza el metabolismo y prioriza la supervivencia antes que el crecimiento muscular.
2. Entrenar sin enfoque
Hacer solo cardio o rutinas muy genéricas no genera el estímulo necesario para preservar o ganar músculo. El entrenamiento de fuerza estructurado es imprescindible para que la recomposición funcione.
3. Cambiar de estrategia cada semana
Muchos buscan resultados rápidos y cambian de dieta o entrenamiento constantemente. La inconsistencia es el enemigo del progreso. Dale tiempo al cuerpo para adaptarse y responder.
4. No llevar un control real
Si no monitorizas tu evolución mediante medidas corporales, fotos o composición corporal, será difícil saber si realmente estás recomponiendo tu cuerpo. El peso no es un indicador fiable por sí solo.
¿Quién puede lograr una recomposición corporal?
La recomposición corporal es más probable en ciertos perfiles, aunque todos pueden beneficiarse en mayor o menor medida. Aquí los grupos más favorecidos:
- Principiantes en el entrenamiento: El cuerpo responde muy bien al estímulo inicial de fuerza.
- Personas que vuelven al ejercicio después de un parón: Existe lo que se conoce como “memoria muscular”.
- Personas con exceso de grasa corporal: Tienen reservas energéticas suficientes para mantener músculo mientras pierden grasa.
- Personas con hábitos no optimizados que empiezan a cuidar entrenamiento y nutrición: El cambio de estilo de vida puede generar resultados rápidos.
En cambio, los atletas avanzados o personas muy entrenadas pueden tener más dificultades y, en muchos casos, deben optar por fases diferenciadas de volumen y definición.

¿Qué dice la ciencia sobre la recomposición corporal?
Varios estudios han respaldado que es posible ganar músculo y perder grasa simultáneamente, especialmente en ciertos contextos.
- Schoenfeld et al. (2014) demostró que los entrenamientos con resistencia de alta intensidad combinados con una ingesta proteica adecuada favorecen ambos procesos a la vez.
- En un estudio publicado en el Journal of Applied Physiology (2016), un grupo de sujetos con sobrepeso logró aumentar masa muscular mientras perdía grasa gracias a una combinación de entrenamiento de fuerza, ingesta proteica (2.4 g/kg) y déficit calórico moderado.
- Además, Phillips et al. (2020) concluyeron que el consumo elevado de proteínas (por encima de la recomendación general) tiene un impacto muy positivo en la recomposición corporal, especialmente si se combina con entrenamiento estructurado.
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